les dejo con trozo nuevo..
besos
1
“EL COMIENZO”
Yo, Gemma, soñaba con encontrar a mi verdadero amor, pidiendo a la diosa griega de la Luna, Selene, porque si ella me cumplía mi deseo, yo le iba a poner su nombre a una de mis hijas.
Yo quería una historia de amor como la de Romeo y Julieta de William Shakespeare, exceptuando el final.
Todas las noches soñaba con un chico muy distinto a los de mi ciudad, Verona, yo pensé que estaba loca, pero al final mis sueños tuvieron la razón.
Mi historia de amor, empieza cuando me mude al lugar menos pensado, Argentina a la provincia de Buenos Aires, a la ciudad de la Plata, por que habían contratado a mis padres para trabajar, por suerte en mi antigua escuelas de Verona, nos daban clases de español y de ingles, así que algo entendía de lo que me decían.
Cuando llegue a La plata, ya habían comenzado las clases, me inscribieron en el único colegio que me aceptaron por que tenían vacantes, ya que no muchos chicas se iban allí
Mi mama, me dijo que tenía una semana para poder prepararme para empezar el colegio, y que una persona del establecimiento iba a venir a traerme los temas dado, ya que yo tenía que rendir el primer trimestre de todas las materias en diciembre para poder pasar de año.
Todavía no podía creer que de un minuto a otro mi vida cambio, no entendía por qué paso tan rápido el tiempo y por qué no disfrute mi últimos momentos en Italia.
Obviamente, iba a volver para ver a mi familia y a mis amigos, nada iba a ser igual, pero lo que más miedo me daba era empezar el colegio, de que se rían de mi o de no tener amigas.
Cuando llegue por primera vez a mi casa me parecía muy linda, era blanca con un balcón que daba al patio.
En la entrada de la casa habia flores rosadas adornandola, y , cuando uno entraba se encontraba con el living conectado con la cocina, y a su vez, ella conectada con el comedor y la piscina.
En el living, habia una escalera, que comunicaba el primer piso con el segundo.
En la otra planta de la casa, habia un pasillo donde habia cuatro puertas que conducian a mi dormitorio, la habitacion de mis padres, el estudio y el baño principal.
Entre a mi habitacion y me sorprendi porque todo estaba ordenado como mi vieja habitacion en Verona.
Mi dormitorio era de color arena, a un lado se encontraba mi cama y enfrente de ella habia un escritorio con una computadora ensima y un equipo de musica.
Al lado de la puerta estaba mi ropero, y ensima de mi cama habia un regalo, lo abri rapidamente, y habia un cuaderno, forrado de cuero y hojas marrones, por su antigüedad.
Era tan viejo que me daba miedo ojearlo por que no queria que se rompa.
Adentro encontre una carta, era de mi abuelo.
2
“La verdad”
Verona, 12 de Octubre de 1991
Gemma:
Todavia eres una bebe indefensa, aunque capaz para cuando leas esta carta ya seas un poco mayor, te escribo para que sepas lo que te va a empezar a suceder y por que esta herencia se salteo una generacion.
Yo no soy una persona normal, en realidad vos tampoco los sos. Vas a empezar a sentir cambios, entre ellos, que tus colmillos caninos, se alarguen, tu corazon poco a poco va a dejar de latir y tus ojos se van a tornar a un color verde grisaceo.
Te vas a convertir en una vampiresa.
Capaz te preguntes por que ahora recien te lo digo.
Debias enterarte recien ahora porque vas a empezar a cambiar cuando cumplas 16 años, y vas a vivir como una vampireza hasta que decidas morir, como yo, a la edad de 200 años por que tu abuela, mi esposa, fallecio y yo no puedo vivir sin ella.
Te obsequio este diario íntimo para que escribas tu vida a partir de ahora, por que los cambios son importantes y necesarios.
Si te preguntas si sos la unica asi en tu ciudad, en realidad, no lo sos, hay muchos vampiros y vampiresas, muchos mas de los que te imaginas, ellos te van a poder ayudar, incluso tus primos tambien van a poder hacerlo, ya que sufrieron las mismas cosas que vos a partir de ahora.
Ellos te van explicar mejor las cosas y saben que deben ayudarte en todo lo que necesites, ya que eres la menor.
Se que te sentiras un poco rara al leer esto, por que no es normal lo que te acabe de decir.
Tu mama no sabe nada, no debes decirselo, por que es una mortal y no va a poder entenderlo.
Me di cuenta, ni bien te tuve en mis brazos, de tu futuro, sos especial, seguí a tu corazón, nunca olvides eso.
Seguramente estas en Argentina, leyendo esto sentada en tu cama en tu habitación color arena, tú bis abuela, me lo dijo antes de morir, ella tenía visiones, no sé si tendrás algún don, pero si lo tienes, debes desarrollarlo.
En el diario intimo no solo vas a encontrar hojas blancas, si no hallaras una llave con que se lo abre.
Además del diario vas a poder abrir muchas cosas más, otros libros, y algunos lugares secretos de la casa donde vivís, esta casa la construí yo antes de que nazcas y se la regale a tu madre porque sabía que la iba a necesitar. Vas a poder encontrar cartas escondidas por algunos lugares.
Insisto en que recuerdes que ni tu mama ni tu papa deben saber nada, el cuaderno se lo deje a tu mama para que te lo de antes de que cumplas dieciséis.
Ahora como últimas palabras de esta extensa carta, te dejo por encargo que busques en tu habitación, más precisamente en el pis, tienes que contar las franjas de madera 7 del lado horizontal y 5 de vertical, va a dar más o menos en la mitad de la habitación, busca un clavo que tenga la forma de la llave y después ya sabes lo que debes hacer.
Hay unos regalos más que te van a ayudar mucho en esta nueva etapa.
Me despido, me voy a soñar eternamente, siempre voy a estar con vos, nunca lo olvides.
Te quiero mucho Gemma, realmente espero que puedas entender los cambios que vas a tener.
Siempre contigo.
Tu abuelo.
Apolo.
Posdata: Buena suerte con tu nueva vida.
No podía creer lo que acababa de leer, era muy raro todo, rápidamente, me puse a contar las franjas de la habitación, claro que esta que antes cerré la puerta para que si mis papas pasaban por ahí, no vean lo que estaba haciendo.
Coloque la llave en la cerradura del piso y abrí cuidadosamente, metí mi mano y saque un sobre, una bolsa de terciopelo y un libro.
El sobre decía para “Gemma” de “Apolo” y dentro de él había un pequeño papelito que decía.
Gemma:
En la bolsa de terciopelo vas a encontrar un símbolo que usan todas las vampiresas, todos son de distintas formas y colores, pero tienen una cosa en común todos ellos. Este collar era de mi madre, tienes que usarlo todo el tiempo, en el libro explica bien todo.
Apolo
Abrí cuidadosamente la bolsa de terciopelo y en su interior encontré un collar hermoso con un medallón redondo con piedras rojas y negras y en su centro tenía una pequeña silueta de murciélago.
Me quede fascinada con ese collar.
Inmediatamente me lo puse, para acordarme de lo que iba a venir después de que cumpliera años.
Me senté en mi cama con el libro entre manos, tenía intriga y miedo a la vez, lo abrí cuidadosamente y mire los títulos de los capítulos.
Algunos de ellas eran:
α “Como alimentarse correctamente sin sufrir tentaciones”
α “Mitos y Verdades sobre los vampiros”
α “¿Cómo reconocer a otros Vampiros?”
Cerré el libro, me saque el collar y me fui a tomar un baño caliente, necesitaba pensar y que mejor que de esa manera.
Cuando termine, me puse el collar y me fui a dormir porque tenía mucho sueño del viaje.
Guarde el libro en el piso y la llave en el cajón de la mesa de luz, por las dudas de que entre mi mama mientras dormía.
Pensé que iba a tardar en dormirme, pero en unos minutos me sumergí en un extraño sueño.
Soñé que estaba en un castillo y que no podía salir afuera porque me derretía y que estaba enojada con mis antepasados por ser vampiros.
3
“Acostumbrandome”
Al otro día me levante exaltada porque pensé que me estaban mirando, pero era solo mi imaginación.
Me vestí y me fui a desayunar, cuando termine fui a mi habitación a leer el libro que me había dejado mi abuelo, pero cuando termine de sentarme en la cama, sonó el timbre, baje rápidamente las escaleras para abrir la puerta.
Era una chica con ojos grandes y pelo negro, me pregunto si se encontraba Gemma Di Valdi.
- Soy yo, dije sorprendida
- Yo soy Carolina, dijo ella sonriendo
- ¿Que necesitas?
- Vine a traerte las cosas que tienes que hacer para empezar bien el año escolar, porque estamos muy avanzados.
- Está bien, ¿Queres pasar a tomar algo?
- Si, respondió.
Le pregunte que si prefería Te helado o Limonada, “-Te helado-, dijo “, con esa frase me empezó a caer bien porque a mí me encantaba esa bebida.
Puse la jarra con dos vasos llenos y empezamos a hablar por horas.
Me conto que su hermanito tenía 7 años y que era española, que se había mudado hace 5 años a Argentina.
Ella miro el reloj y vio que eran las doce del mediodía, se paro, se despidió y se fue corriendo en dirección contraria al heladero que pasaba en ese momento.
Antes de irme me dio su número de teléfono para cuando quisiera hablar con alguien y no sentirme sola.
Decidí preparar para el almuerzo una receta que hacia mi abuela para día felices.
Busque en un viejo recetario y en uno de los amarillentos papeles la encontré.
Solo para días Felices
Profiteroles
Ingredientes:
- 1/2 litro de agua,
- 250 grs. de harina,
- 1 barra de chocolate,
- 190 grs. de manteca,
- crema pastelera,
- una cucharada. De azúcar,
- una pizca de sal,
- leche,
- 6 huevos.
Paso a paso: Prender el horno para que se caliente. Ponga en una cacerola el agua, la manteca, la sal, el azúcar, y llévela al fuego. Cuando rompa el primer hervor, incorpore la harina de golpe y remueva con una cuchara de madera, hasta que seque y comience a pegarse al fondo de la cacerola. Apague el fuego e incorpore los huevos uno por uno, batiendo bien después de cada adición, hasta que la masa quede brillante (la masa está lista cuando se forman piquitos al levantarla con el batidor de alambre o con una espátula). Realice los profiteroles sobre una asadera en mantecada, utilizando dos cucharitas de té o con una manga pastelera (use una boquilla lisa de 1 cm. de abertura aproximadamente). Deje suficiente espacio entre cada uno, para evitar que se peguen al expandirse. Pinte la superficie de cada bolita con un pincel y yema de huevo. Hornear a 180 grados durante 20 minutos, hasta que estén dorados (se aconseja dejar la puerta del horno entreabierta). Bajarlo a mínimo hasta que estén secos; apagar el fuego y dejarlos reposar en el horno cerrado algunos minutos. Retire del horno y cuando enfríen, hágales un hueco en cada bolita y rellénelas con crema pastelera (otras opciones son: crema chantilly, crema de chocolate, dulce de leche, etc.). Rallar el chocolate y derretirlo a baño maría con un poco de leche. Bañar la parte alta de cada profiterol con un poco de chocolate; también puede utilizarse caramelo o azúcar impalpable.
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